Pues me entero que la última es que se le ha aparecido un seguroso a Laura Pollán, la líder de las Damas de Blanco para (pretendiendo hacerse los demócratas), autorizarlas a desfilar "libremente", pero con las restricciones de lugar, Solamente podrán hacerlo en un perímetro de unas cuadras en la 5ta Avenida. Muy conveniente, sobre todo porque por esa arteria habanera lo que más circula son los automóviles de los diplomáticos. Las casas particulares en esa zona pertenecen a miembros de la nomenklatura o a personas comprometidad de una manera u otra con el régimen de los Castro. De esa manera la publicidad hacia el pueblo cubano, que es la que más ellos temen, queda disipada. Ahora les queda a los arquitectos del sutil sistema represivo la esperanza de que con la ausencia de mitines de repudio, la escasez de gente sencilla de pueblo en la zona donde circularán, pues estas mujeres caerán en el olvido. El gobierno cubano no puede evitar que se sepa en el exterior lo que pasa en Cuba a menos que cierre el país a cal y canto, pero sí ha evitado hasta ahora con más que menos eficacia que se sepa internamente. Radio Bemba no puede competir siempre con los medios de prensa y comunicación, todos sl servisio de la maquinaria propagandística del régimen. La verdad se ha ido abriendo paso, pero a cuentagotas. La grieta en la pared de la censura se ha ido abriendo y llegará el momento en que con todo el cemento del mismo que están hechas las caras duras de los dirigentes cubanos, no será suficiente para tapar lo que más la gente desea saber: la verdad.
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