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Sunday, January 10, 2010

LOS DEL NOVENO CIRCULO

En "La Divina Comedia", Dante Alighieri colocaba a los traidores en el noveno y último círculo del infierno, considerándolos los más execrables pecadores.

LEYENDA POPULAR:

El Chivato es el mismo demonio, es un ser que tiene cuerpo de hombre pero tiene patas de chivo, en su cabeza unos enormes cuernos de chivo macho, quizas de ahí su nombre. También dicen que se aparece como quiere en cualquier camino, como cualquier animal o persona, despide un fuerte olor a azufre, por donde camina no vuelve a crecer planta alguna y el sonido de sus patas al caminar es como de fuerte golpes contra la tierra. NUNCA ATACA AL HOMBRE DE FRENTE, CUANDO LO ATACA LO MUERDE POR LA NUCA Y LO LLENA DE UNA ESPECIE DE BABA. Se dice que el que va por el campo y escucha el bramar del Chivato, solo un milagro puede salvar su vida.....

“Es fácil esquivar la lanza, pero no el puñal oculto” -proverbio chino.


DEL DICTIONARIO URBANO (URBAN DICTIONARY):


...he had chivatos like that working for him, his judgment stinks.
(Alejandro Sosa, the Bolivian cocaine czar from the 1983 movie Scarface)

"I need you to kill that Chivato, before he goes in front of the jury" Catherine Zeta Jones to Franky Flowers in Traffic.

A Spanish word for "informer
." It could also mean "rat" or "stool pidgeon."


Como vemos, el chivato es un ser absolutamente despreciable. No está en la categoría del traidor clásico, es un ser más vil aún. Sobre los traidores de tiempos antigüos y modernos, se han hecho hasta películas. Los chivatos suelen ser seres cuya cobardía es tan baja, que a su lado el traidor luce hasta majestuoso.
En mi época de estudiante, el alumno conocido por delatar a sus compañeros ante los profesores eran considerados chivatos, eran aislados, despreciados y a cada ocasión se les daba su merecido ya no de forma verbal sino física. Siempre se consideró, con toda lógica, que para ser un buen estudiante no hay que delatar a los demás. Lo mismo cabe para un trabajador. Entendiéndonos bien: alguien que vé a otro robar, matar o cometer un delito, un hecho condenable ética y moralmente, no es un chivato, es sólo una persona amante de la Ley y de las más elementales normas de convivencia humana. El chivato no. El chiv
ato la mayor parte de las ocasiones disfruta el chivatazo, reciba o no un premio por ello y sus víctimas no son criminales, son personas que desarrollan ciertas actividades que a tenor de leyes, reglas o disposiciones claramente injustas, son consideradas ilegales y punibles.
Este señor de la foto, Manuel David Orrio, es un chivato clásico, de esos que se regodean y saborean de antemano los resultados de su chivatazo. Es inútil que quieran presentarle como un agente profesional de la Seguridad del Estado para darle más legimitidad a su oprobiosa conducta, debido a la cual fueron a prisión 75 personas acusadas injustamente de mercenarios al servicio de una potencia extranjera.
Pero muchos chivatos cometen errores de cálculo gravísimos y llevados por su entusiasmo no toman en cuenta que enorgullecerse de su chivatazo y pregonarlo a los cuatro vientos le hará triplemente odioso y que quizás deberá poner tierra por medio para librarse de la justa ira de aquellos a los que le desgració la vida. El primer error es suponer que el estado de cosas que le ampara para continuar sus tropelías o quedar impune se prolongará indefinidamente. No puedo asegurar que muchas de estas repugnantes alimañas serán "arrastrados por las calles" como ocurrió en la revolución del 30, pero sí que si se quedan en la isla, deberán enfrentarse al ostracismo, al desprecio y a que escupan a su paso. Es lo menos que merecen.






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